Marianna Kantor para Forbes, 20 Dic. 2017
El análisis espacial y la ciencia de los datos están estimulando una transformación en la era digital.
Hoy, más de 2.5 exabytes (2.5 millones de gigabytes) de datos son generados diariamente. Ese es equivalente a 250.000 veces más de todo el material de referencia disponible en la Biblioteca del Congreso de los Estados Unidos.
Los datos basados en la localización, los cuales han sido de suma importancia para los negocios para descubrir nuevas oportunidades y aumentar la productividad, se han visto enriquecidos exponencialmente por la variedad, amplitud y velocidad de la disponibilidad de datos actual.
En una era donde estamos conectando billones de dispositivos, productos, bienes y edificaciones productoras de datos a Internet, el factor “dónde”, es crucial para resolver problemas y tomar decisiones. El análisis espacial provee un contexto indispensable para todo desde los hábitos de consumo de los clientes, hasta la administración de una cadena de suministros, planeamiento de mercado, seguimiento de competencia, y optimización de las operaciones. Revela patrones, conexiones, oportunidades y riesgos que serían difíciles de descifrar de otra manera.
Debido a la enorme cantidad de datos online disponibles, cualquier localización podría tener docenas de conjuntos de datos relacionados a ella. Estos datos pueden incluir información acerca de actividades humanas (construcción, transporte, educación y crimen) además de las características naturales del lugar (calidad del agua, tipo del suelo y vegetación). Las yuxtaposiciones de estos conjuntos de datos pueden proveer una percepción única de la localización, permitiéndote analizar y esquematizar patrones y relaciones para entender mejor su potencial. Junto a la geocodificación, uniendo una dirección a un conjunto de coordenadas, puedes vincular este conocimiento a un lugar específico.
Otros conjuntos de datos abarcando grandes áreas pueden ser aplicados localmente, como el pronóstico del clima, reportes de cosechas y el movimiento de buques de carga alrededor del mundo. Mientras nuestro mundo crece interrelacionado, el impacto que resulta de un evento que sucede en una parte del mundo, ya sea natural o hecho por el hombre, puede manifestarse de manera totalmente diferente en otra región. Por ejemplo, un tifón en el mar del sur de China puede interrumpir los cargamentos destinados a Estados Unidos y consecuentemente impactar en la cadena de suministros y el potencial de las ganancias en ventas. Sin embargo, la creciente disponibilidad de datos en tiempo real habilita a las personas a cargo de las decisiones a actuar rápidamente y minimizar (o maximizar) el impacto de estos casos.
La colección diaria de datos basados en la localización proviene de una amplia variedad de fuentes y es utilizada de muchas diferentes formas. Por ejemplo, un buque de carga es monitoreado desde su origen a su destino para asegurarse de que esté cumpliendo con su tiempo de entrega pactado. Si este buque está destinado al envío de productos, los sensores pueden ser instalados para monitorear temperaturas para asegurarse de que la fruta y vegetales estén frescos cuando en última instancia sean dispuestos en los estantes de los comercios.
Grandes cantidades de datos son recolectados también con cada transacción de tarjeta de crédito y con cada publicación en una red social. Analizar y esquematizar en un mapa esta
información puede permitir a los comerciantes a predecir el comportamiento de sus clientes, desde su elección en pasta dental hasta su modelo de auto, como también la frecuencia con la que el vehículo es reparado o reemplazado. Las campañas de marketing que apuntan a grupos de consumidores específicos pueden ser creadas utilizando estos datos y ser lanzadas a los clientes cuando una compra es inminente.
El mapeo en interiores es otra área que se está expandiendo dentro del ambiente del comercio. Los tradicionales diagramas estáticos de los diferentes pisos o niveles dentro de un centro comercial están siendo reemplazados con mapas inteligentes dinámicos e interactivos que proveen direcciones precisas a los teléfonos celulares de los clientes que buscan una tienda en particular, un producto o una oferta. Incluso nuestro movimiento dentro de un establecimiento puede ser monitoreado y analizado para determinar el flujo del tráfico peatonal. Esta información puede ayudar a optimizar el uso de un edificio o proveer al comerciante de información sobre la posición de un producto o las tendencias de compra.
Todo pasa en algún sitio. Es una afirmación obvia, si no siempre totalmente comprendida, en el mundo comercial que toma aún más significado en un momento donde la tecnología de los mapas y la ciencia de datos están ofreciendo nuevas capacidades de análisis que pueden revelar patrones y relaciones ocultas, crear e incrementar productividad y potencial.
Los mapas interactivos de hoy, conducidos por análisis espacial y percepción en tiempo real, son el lenguaje del “dónde”. “Dónde”, progresivamente, es el lenguaje del comercio y mucho más.
Aprende más sobre como funcionan los SIG aquí: ¿Qué es GIS?
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